Hoy en día, es muy fácil para nosotros probar toda clase de platillos provenientes de China, Japón o Tailandia visitando un restaurante asiático. Pero hace varios siglos, existía alguien que tenía su propio restaurante en casa: el emperador de China.
En realidad, era el emperador de la dinastía Qing, una era caracterizada por la opulencia y belleza de sus palacios, vestimentas y accesorios, pero por ser también la cuna de muchos de nuestros platillos favoritos.
¿Te gustaría saber más sobre qué comía el emperador de Qing hace varios siglos?
La rutina de su majestad imperial
Si estás pensando que el restaurante asiático del emperador le permitía comer a la hora que quisiera y lo que se le antojara, te equivocas.
Cuando estaba en la Ciudad Prohibida, el protocolo dictaba que el emperador se levantara a las cuatro de la mañana todos los días. Después de vestirse y prepararse para el día, comía un plato cocinado con azúcar y nido de pájaro antes de su primera audiencia.
Luego, a las nueve de la mañana, tenía para desayunar siete platos, tres pasteles, tres encurtidos y arroz.
El almuerzo, que era la comida principal del día, se servía entre el mediodía y las dos de la tarde, dependiendo de a qué hora la pedía el emperador.
También tenía un refrigerio, generalmente con té, alrededor de las cuatro de la tarde, y otro antes de acostarse.
Al igual que sus comidas, cada artículo se registraba y se probaba, a menudo sumergiendo un poco o vertiendo un poco de cada plato en una bandeja de plata, luego era probado por un eunuco antes de servirlo al emperador o a cualquier persona de la familia imperial para asegurarse que no estaba envenenado.
¿Qué comía el emperador?
La cocina imperial ajustó la dieta del emperador de acuerdo con la temporada. Los platos más ligeros se servían en el verano con comidas más pesadas y nutritivas en invierno.
Se creía que los alimentos ligeros aumentaban los fluidos corporales, mientras que las comidas más pesadas creaban más energía vital.
El menú de verano incluía platillos como:
Una olla caliente de caza con nido de pájaro, pato asado y carne de cuco
Espinacas salteadas con pequeños escurridores secos
Bollos al vapor rellenos con calabaza picada y cordero
Pollo en rodajas y cocido con salsa de soya
Cuatro platos fríos de brida de platos
Mientras que para el menú de invierno se servía:
Una olla caliente de estómago de cordero desmenuzado y cordero desmenuzado
Carne de cerdo en salsa espesa
Una olla caliente de pollo con nido de pájaro y piñones
Sopa de pollo con arroz cocido
Por suerte, ya podemos disfrutar de estos deliciosos platillos (y mejor sazonados) en algún restaurante asiático alrededor del mundo, ¡y sin horarios o alguien teniendo que probar nuestra comida primero para comprobar que no tenga veneno!
