Colombia tiene la reputación de ser uno de los países más felices del mundo, una reputación que contrasta fuertemente con su imagen global a menudo negativa (gracias series de Netflix).
Pero ¿cuál es el secreto de la felicidad de Colombia? Si bien seguramente hay muchos factores diversos que explican esta alegría, el café colombiano definitivamente es parte de la ecuación.
El café en Colombia se disfruta totalmente
El café colombiano es generalmente conocido como uno de los mejores del mundo. Desafortunadamente, esta increíble reputación significa que los mejores granos colombianos terminan fuera del país, exportados para alimentar el creciente mercado de cafés especiales en todo el mundo.
No obstante, la mayoría de los departamentos colombianos (al menos 21 de las 32 regiones cultivan café comercialmente) cultivan los granos rojos mágicos, que son un aspecto intrínseco de la cultura colombiana y la identidad nacional.
Y es esta cultura del café la que juega un papel tan fuerte en la felicidad nacional colombiana.
A diferencia de muchos países occidentales donde el café es visto como una bebida mucho más funcional diseñada para estimular y dar energía, en Colombia la bebida tiene connotaciones muy diferentes.
El café ha tomado un papel mucho más sociable, y es muy común que los colombianos se reúnan con amigos y familiares para tomar una taza de café.
En las zonas rurales, las personas mayores pasan las horas charlando con tazas de café, siendo una actividad frecuente.
Incluso en un ambiente de trabajo, el papel del café es distinto; mientras que en Europa o América del Norte puede ser una bebida para tomar rápidamente de camino a la oficina, en Colombia es mucho más probable que sea el foco de los descansos y las reuniones.
La envidiable felicidad de los colombianos
No es que esta diferencia sea necesariamente la clave de la felicidad, pero el café engrasa las ruedas de la interacción social colombiana y es un elemento esencial que disfrutan los colombianos, por lo que es una de las claves de su envidiable felicidad.
Los colombianos también tienen una relación muy diferente con el café en sí.
Si bien el café a menudo puede verse como la causa de síntomas y acciones negativos en otros países (adicción, nerviosismo y otros síntomas asociados con el uso excesivo de cafeína), en Colombia, el café se trata de manera muy distinta.
La gente tiende a beber café en tazas mucho más pequeñas, a menudo vasos de plástico diminutos de café negro endulzado conocido como tinto, y, por lo tanto, parece sufrir menos los aspectos negativos del café y simplemente disfrutar de los positivos.
En Colombia, el café es para disfrutarlo y saborearlo, no solo como una muleta que te permite pasar el día.
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El café de Colombia, un antídoto contra todos los males
En un mundo donde a las personas se les diagnostican cada vez más enfermedades como la depresión y la ansiedad social, un mundo donde los síntomas de alienación y aislamiento afectan cada vez más a jóvenes y adultos por igual, la cultura del café en Colombia es un antídoto simple para las causas profundas de estas aflicciones.
Puede parecer una solución demasiado simple, pero las interacciones sociales creadas por esta cultura del café sirven para crecer y fortalecer las relaciones humanas. En Colombia, el café claramente no es una mera bebida.
En muchos sentidos, el papel del café en la cultura colombiana es algo similar al del té en el Reino Unido. El café en Colombia es mucho más que una bebida caliente; es un aspecto importante de la identidad nacional.
Reúne a las personas, crea conexiones y amistades, se ha convertido en un símbolo importante de la identidad colombiana e incluso proporciona el sustento de decenas de miles en todo el país.
Aunque el café es una de las bebidas más populares del planeta, en Colombia significa algo más: el café bien podría ser una de las claves de la famosa felicidad de Colombia.
